Vistas desde la ventana de casa
Tras la comida de la mona (tradición catalana muy deliciosa para celebrar la semana santa, no entraremos en los detalles de los huevos y el conejo), siempre es muy agradecida una siesta para hacer que todo quede bien alojado y sigamos ganando enteros para suplir a Papa noel.
Al despertar he subido la persiana para dejar entrar la luz solar que hemos ganado con el cambio horario y he visto esta maravilla, he tardado un rato en reaccionar, pensado que estaba bajo los efectos del subidón de azúcar.
Lo celebrare tomando una guinness mientras busco a los enanitos verdes y su maravillosa olla repleta de amor.
Carlos Duart
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